viernes, 13 de marzo de 2009

Te preocupas demasiado

A veces vamos de un lado para otro dándole vueltas a la cabeza, agobiados por cosas que en realidad no tienen importancia. El texto que reproduzco a continuación des de Risto Mejide reflexiona sobre nuestro exceso de preocupación. Si es lo que digo yo "preocuparse" = "pre + ocuparse" = "ocuparse antes de tiempo, cuando no toca" ¡Es una tontería! Queda inaugurada nuestra sección autoayúdate ¡Chogolisa Power!

Preocupados, listos, ya.

Introduzco la palabra ‘preocupados’ en Google. Me salen 3,490,000. Y en sólo 0’22 segundos. No sé si creérmelo, también me salen 11,100,000 ‘felices’ en sólo 0’27.Aún no sabemos a través de qué glándula, pero está más que comprobado. Los seres humanos segregamos preocupación. Constantemente. Varias veces al día. Es un hecho, es dato.Algunos expertos aseguran que tiene que ver con las posesiones materiales. Otros, con la responsabilidad adquirida. En lo que sí coinciden todos es en la constatación del síntoma, sobre todo a medida que nos adentramos en la edad adulta.

Les llamamos problemas, pero yo creo que es sólo nuestra necesidad humana de externalizar la causa del conflicto. En realidad, muchos de los problemas que sufrimos no dejan de ser excusas que buscamos para saciar tanta capacidad –por llamarla de algún modo- preocupativa.De hecho, estoy convencido de que soportamos tantos problemas como dicha capacidad nos permite afrontar. Si sólo tenemos tres problemas reales, y podemos admitir hasta diez, deberemos inventarnos la diferencia, ya sea en forma de un problema grande o de varios pequeños.Dicho de otro modo, a grandes preocupaciones, grandes problemas.

La mayoría vamos de listos y cada día nos hacemos los preocupados, como si fuese sinónimo de importantes, con cosas que en realidad no tienen ningún sentido. Hasta que descubres a un niño con fibrosis quística, anemia de Fanconi o síndrome de Asperger. Y te das cuenta del poco derecho que tienes a quejarte o preocuparte, ni por un segundo, de tu afortunada, inmerecida y caprichosa existencia. Que en realidad, tu mayor problema va a ser que no tienes verdaderos problemas.


Sí, ya sé que cuesta mucho no dejarse jirones de conciencia entre tanta rutina. Pero quizás por eso, me sigue fascinando lo sencillo que resulta complicarse la vida. Y lo difícil que se vuelve simplificar. La gente más inteligente que he conocido en mi vida no eran los más listos de la clase, ni los más ricos del club de golf. La gente más brillante con la que me he topado hasta el día de hoy, eran simplificadores de vocación, gente capaz de llegar a la claridad más absoluta y diáfana, como si todo fuese en realidad mucho más obvio de lo que parece. Y es que igual va, y lo es.


Los chinos tienen, como siempre, una curiosa aproximación a tanta tontería. La palabra problema (wen ti) puede intercambiarse por la palabra pregunta en su traducción. O sea, que cuando dicen que alguien tiene muchos problemas, están diciendo también que tiene muchas preguntas. Y no sé a ti, pero a mí me suena mucho más fácil enfrentarme a una respuesta, que a una solución. Más que nada porque hay respuestas tan modestas, que son conscientes de que no solucionan mucho.


En fin, por no dejar de hablar de gente a la que admiro, acabo con una idea extraída de uno de mis monólogos favoritos de George Carlin, titulado “Little Things That Make Us The Same”. Al principio del mismo, Carlin manda un crochet directo al jeto de políticos y gobernantes, cuando asegura que la gente que se quiere aprovechar de ti, la que te quiere sacar algo, sólo te hablará de lo que nos separa. Sexo, raza, credo, nivel socioeconómico. Y a mí me da entonces por pensar que la gente que realmente se preocupa por ti, la que mira por tu bien, prefiere siempre hablarte de todo lo que tenemos en común. Miedos, esperanzas, entendimiento y afecto.No sabes la de veces que he estado a punto de enviárselo a más de un político. Pero es que está en inglés. Dónde está Aznar cuando por fin lo necesito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hasta ahora no lo había leído porque me daba palillo. Pero mira, está bien en síntesis lo que dice de la sencillez y de simplicar.
Es mi deseo de cada fin de año, fíjate. Pero no hay manera.
Cuánta razón tiene en lo de que nosotros nos creamos la mayoría de los problemas.
"ens ofeguem en un got d'aigua"