martes, 9 de diciembre de 2008

Barcelona-Sant Cugat por Collserola

El pasado sábado nos levantamos andarines. Teníamos ganas de hacer una buena caminata y decidimos atravesar la Serra de Collserola y llegar hasta Sant Cugat. La "travesía", de unos 10 km, no presenta ninguna dificultad ya que es todo de bajada, siempre y cuando subamos a la montaña del Tibidabo (512 m) por "medios mecánicos".

Eva y yo nos plantamos en el Tibidabo gracias al Funicular. Inaugurado en 1901, fue el primero en construirse en España. Tiene un trazado de 1.152 m y une la Plaza del Doctor Andreu con el Parque de Atracciones. Podemos llegar a esta plaza caminando o bien cogiendo el Tranvia Blau.



Como curiosidad, hay que decir que " El Tramvia Blau fue una iniciativa particular de Salvador Andreu, el personaje que da nombre a las pastillas contra la tos del Doctor Andreu, con la voluntad de contribuir a la urbanización de la montaña del Tibidabo." (extraído de aquí).

Una vez en el Tibidabo, aprovechamos para hacer unas foticos del parque de atracciones y de las magníficas vistas de Barcelona.


Ese cerro que se ve a la izquierda es el Carmelo




La Torre de Collserola, de Norman Foster mide 268 m de altura y fue inaugurada en 1992


"…et ait ei tibi dabo potestatem hanc universam et gloriam illorum quia mihi tradita sunt et cui volo do illa"— "Y le dijo el diablo: Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregado y se lo doy a quien quiero." (Lucas 4:6).

Tras este prólogo comienza la excursión propiamente dicha. Bajamos por la carretera de Barcelona a Vallvidrera (la carretera de la Rabassada) hasta el Coll de l'Erola. Allí giramos a la izquierda y cogemos el segundo sendero empezando por la izquierda. Atención aquí porque hay varios caminos, pistas y senderos que parten de este lugar. De todas maneras, no importa perderse un poco porque todos los caminos van a parar a la pista que nos llevará a Sant Medir... Y si no, preguntad, que así se llega a todas partes.


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Bien, no sé todavía muy bien cómo ; ) pero llegamos a la Font d'En Sert y allí preguntamos a una pareja, que nos dijo que siguiéramos recto, que nos encontraríamos con La Ciudad de los Muchachos, desde donde cogeríamos la pista hacia Sant Medir.


Hace un día estupendo y los árboles saludan nuestro paso


Una salamandra cruzando la pista por el paso de salamandras

La Ciudad de los Muchachos, ubicada en Can Puig no es un pueblo de caramelo con playstations en cada esquina y chavales circulando en monopatín, sino un centro de acogida de jóvenes. Es una lástima, así que pasamos de largo y seguimos por la pista asfaltada.

Luego desaparece el asfalto y al cabo de un cuarto de hora llegamos a Sant Medir. Esta ermita románica era propiedad del Monasterio de Sant Cugat, cuenta con una romería anual que acude a ella y con una leyenda propia:

"San Medir era un campesino que vivió hacia el año 300 en un pueblo cercano a Barcelona, en Sant Cugat del Vallès, durante el dominio romano de Diocleciano, que persiguió con fiereza a los cristianos. El Obispo Severo huía de Barcelona perseguido por los romanos y emprendió el camino de San Cugat, donde estaba San Medir plantando habas. Le explicó el motivo de la huida y, decidido a morir por la fe de Jesucristo, le pidió a Medir que si preguntaban por él, respondiera con la verdad. Los perseguidores encontraron a Medir y le preguntaron por el obispo y éste respondió con la verdad. Una vez dicho esto, las habas crecieron y florecieron, produciendo el milagro. Al final los romanos apresaron a Medir y lo martirizaron junto con el Obispo, a quien acabaron capturando también.

Orígen de la Romería

El año 1828 se instala en la calle Mayor (Gran) de Gracia una tahona propiedad de un señor muy devoto de San Medir que no tenía muy buena salud. El panadero prometió que, si sanaba, cada 3 de marzo, (festividad del santo), iría hacia la ermita, en la montaña cercana. Lo haría encima de un caballo y paseando por el barrio anunciando su promesa a todo el mundo.

Los siguientes años le siguieron familiares y amigos, después vinieron más hasta el punto de que el Diario de Barcelona de 4 de marzo de 1853 informaba de la
importancia adquirida de la fiesta, reuniendo ese año unas 300 personas. Actualmente la romería se hace con caballos, carros, calesas y carretas y los romeros reparten caramelos y dulces. El barrio de gracia se cierra al tránsito y la fiesta comienza desde por la mañana hasta bien entrada la noche. Las meriendas en la ermita son apoteósicas y divertidas."




Fotos y texto extraídos de aquí.


Así es como quedan las calles tras Sant Medir

Después de Sant Medir continuamos nuestro camino. A una media hora encontramos una nueva ermita, la de Sant Adjutori y, unos metros más adelante, un antiguo horno íbero bastante bien conservado. Paramos lo justo para comer, pues empieza a hacer algo de fresquito.


El horno íbero está fechado entre los siglos I y II d. de C.

Siguiente parada: Can Borrell. Esta típica masía catalana es hoy un restaurante y un buen punto de partida para hacer pequeñas excursiones antes de apretarse unos calçots o unas costillas con alioli ¡¡yum yum!!


Cerca de Can Borrell encontramos este vestigio arqueológico

Bueno, ya queda poco para llegar al pueblo de Sant Cugat. Antes pasaremos por la Torre Negra, una magnífica construcción militar románica del siglo XII y por el pobrecico Pi del Xandri, de más de 230 años.


La Torre Negra debe su nombre a unas antiguas murallas que la rodeaban, aunque igualmente tiene un aire siniestrillo


3 en 1: el Pi, el campanario del monaterio de Saant Cugat y Montserrat


Higway to Sant Cugat

Aunque llegamos cansados, no podíamos dejar de ver uno de los mayores atractivos de Sant Cugat: su monasterio del siglo IX.



Bueno, hay que decir que San Cugat es el nombre en catalán de San Cucufato, un santo que sufrió en vida varios martirios y que aún hoy sigue padeciendo:

"Se dice de San Cucufato que es un santo que concede deseos o al menos un santo al que hacerle peticiones. La formula de hacerlo es coger un trozo de tela, hacerle un nudo y guardar el trozo anudado. Entonces se dice "San Cucufato los cojones te ato..." Seguidamente has de decir lo que desees, tras esto seguir con la formula diciendo: "si no me lo concedes no te los desato". El nudo seguira en el trozo de tela hasta que no se haya cumplido el deseo formulado". Vía wikipedia.

Y con esta bonita historia me despido por ahora, no sin antes agradecer a Eva muchas de las fotos que veis en los posts de Chogolisa (y su apoyo y su cariño y su todo) y desearos a todos ¡Feliz Navidad!


Meri Crismas!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, gracias ;)

Oye, ¿ya te despides hasta después de Navidad o qué?

Besos!

Ivancho dijo...

Que va, ni te te ocurra. Estaré dando guerra unos días más!