Tras volver de la excursión por la Ruta de la Llúdriga aún nos quedaban unas cuantas maravillas por ver. Primero dimos una vuelta por Taüll y admiramos la siempre imponente iglesia de Sant Climent de Taüll. Despúes dimos una vuelta por los alrededores del apartamento, en el Pla de l'Ermita, muy cerca del pueblo.
Sant Climent de Taüll, consagrada en el año 1.123
Bajo una cúpula amarilla
El "Mirador dels Enamorats". Cuántos besos se habrán regalado aquí...
Esta belleza sólo puede compararse unos pocos días al año, así que nos consideramos muy afortunados
La ermita del Pla
¡Atiende qué alfombra!
Y aún quedó tiempo para encaramarse en un rocódromo de juguete. Ha sido un día bien aprovechado.
miércoles, 29 de octubre de 2008
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