Estos días
sueño a menudo con la montaña. Me imagino
rutas, las trazo sobre
mapas, planeo cuándo podría ir, qué más podría ver... Arrrg y mientras tanto vivo aquí, ¡rodeado de tráfico y edificios! Otra forma de evadirme del mundanal ruido es
pasear, pero cuesta encontrar la tranquilidad rodeado de tanto estímulo. Y cuando más me agobio miro hacia
arriba y ahí está. Siempre el mismo y siempre diferente. Es el
cielo.





No hay comentarios:
Publicar un comentario